lunes, 20 de diciembre de 2010

no justamente la prom queen.

Situación: Cena de ex-alumnos del colegio.
Tiempo que tardamos en armar el reencuentro: 10 años.
Nivel de perrismo que desarrollé en época escolar (del 1 al 10): 10.
Kilos adquiridos desde aquellos años dorados: 20.

Y sí gente, quién? díganme quién no se estresa con este tipo de acontecimientos?
Sí o sí te planteás un millón de cosas, calculás si tu nivel de éxito personal, profesional, académico es el que te esperabas en la época de la secundaria.
Sí o sí pensás: soy más ganador o más perdedor que antes?
Sí o sí gastás una buena cantidad de tiempo pensando si las lindas seguirán lindas o si las no tanto vendrán a cobrar venganza. (Te importa nio, no te hagas de la superada)
Por más que te hagas de la despreocupada, dedicás otro cacho de tiempo pensando qué te vas a poner?!
Y llega el día. Y sí, vos estás un tanto más deteriorada. Y tus compañeras parecen que ni la facultad hicieron por ir al gym y verse espléndidas.
Cruel es. Pero a la cuarta manija de chopp te olvidás.
Y a la mañana siguiente después de recapitular bochornos ajenos y cagarte de risa como en aquellos recreos, no queda otra que pensar: dentro de diez años, todas esas perras me van a envidiar y mis excompañeritos me desearán ;)

1 comentario:

Chica Almodóvar dijo...

es uno de los estreses (existe pio así la pluralización del substantivo estrés?) más grandes de una quasitreintañera, te juro, te prometo, una siempre se cuestiona y quiere recontra tomar venganza por todos esos momentos en los que tu diámetro o tus supergranitos te hicieron centro de chistes o ser la única de las chicas que no bailaba! Ugghh, realmente ES ES un estrés, está super justificado!