martes, 13 de septiembre de 2011

Miss Universe 2011


Anoche pasaron el evento de belleza más importante del año.
Me llamó la atención que en todas las redes sociales la gente se plagueaba por la flacura extrema de las concursantes. A mí me parecía normal que todas sean flaaacas y aaaltas, es lo que siempre vi.
Me llamó nomás la atención que se plagueen porque últimamente las exigencias sociales hacen que todas (o casi todas) nosotras aspiremos a ese tipo de figura y que todos (o casi todos) los muchachos aspiren a tener a su lado a alguien así (o al menos algo que se les acerque).
Será que nació una especie de nueva conciencia de tolerancia y aceptación? Será que por el deporte del plagueo hipócrita nomás la gente habló? O será que en serio abusaron las Misses de todo el mundo con la huelga de hambre y el gym?
Dejo las conclusiones a su criterio...

* de yapa, si quieren ver a las chicas en bikini dénle nomás click aquí (que entre paréntesis, la representante de Paraguay, Alba Riquelme, sale preciosa)



electro shock!

Fui a probar ese tema de los electrodos.
A mi pues constantemente me están diciendo: probá esto, probá lo otro, RE funciona... y entonces yo voy y tanteo, para pesar de mi cuerpo que no entiende ni lo que le hago y sobretodo atentando contra mi billetera.
En fin, fui al centro de estética, entré y encontré un ambiente super zen, musiquita, chorrito de agua cayendo, ricos aromas, la recepcionista que te hablaba con voz suave... todo dirigido a un estado total de relax. A decir verdad, el relax a mi en ese momento era lo que menos me importaba, yo solo quería que me eliminen COMO SEA estos rollos.
Me hicieron pasar a un cuartito con una camilla y una iluminación super suave, la musiquita seguía ON. Entró una señorita con una voz también suave que me pidió que me desvista y así lo hice. Me dice la chica: "Primero vamos a hacerte un drenaje linfático" y empezó a masajear. Yo ni sabía lo que eso era pero sonaba bien la palabra DRENAJE, era como que chau grasas. Me entregué a las manos de la masajista, hasta que pasó de una suavidad a una brutalidad extrema, exprimiendo cada rincón de mi anatomía. Era todo muy confuso porque la masajista era toda chiquitita con una voz suave pero dentro suyo guardaba una fuerza! (miedo). Quería llorar, pero aguanté estoicamente. Pensaba en todas las ropas lindas que me iba a comprar y en todos los churros que me iban a especular. Terminó el masaje, mi piel quedó bien roja y dio inicio a la etapa de los electrodos. Colocó los aparatitos en las zonas digamos más jodidas, reguló la máquina y me dejó sola.
Al principio sentía unas contracciones, eran leves. Pero al cabo de unos cinco minutos esas contracciones se tradujeron en dolor. Dolor como si fuera que me descuerearon en la CIMEFOR (así al menos cuentan). Cuando terminó la sesión, que en total con el masaje duraba como una hora y media, yo no podía ni levantarme, tuve que hacerlo porque con tanto toqueteo y electricidad moría de ganas de hacer pis, y una vez que logré llegar al baño pensé que nunca más podría levantarme.
No exagero. A todas las que dicen que preferirían cualquier cosa antes que ir a entrenar, les cuento que estar en una camilla con toda esta parafernalia dista mucho de ser relajante.
Funciona? Sí, funciona. Pero el secreto es la constancia y acompañar con dieta y miles de litros de agua al día. Sigue doliendo en las próximas sesiones? Sí, sigue doliendo, pero ya no es el choque de la primera vez en la que no sabías qué te esperaba. Pros? Te sentís toda una Jessica Cirio yendo al SPA a tratar tu cuerpacho, además tu piel mejora notablemente. Contras? Para mí, el mayor contra es que los packs son bastante caros pero si tenés la platita y estás decidida... adelante y suerte!

jueves, 8 de septiembre de 2011

auditoría alimenticia

Todo bien con que en la ofi estén TODOS de dieta. Me encanta. Denota amor propio y voluntad de superación.
No me molesta que en la mesa del comedor solo se vean tuppers llenos de lechuga y latitas de atún.
No me molesta que la gente cuente sus calorías frente a mí.
No me molesta que mis compañeras caminen chuecas por culpa del gym.
No me molesta que durante los after office algunos se mantengan sobrios a base de sprite zero con hielo y limón, mientras los que no quedamos tachados como los ebrios del clan.
Ahora, lo único que yo no tolero, y por el amor de dios solicito encarecidamente dejen de hacer de inmediato, es que canalicen su represión auditando compulsivamente cada bocado de la deliciosa pizza con coca que estoy disfrutando feliz, como si fuera que haciéndome sentir mal van a bajar el doble de kilos.
Atte.