jueves, 8 de septiembre de 2011

auditoría alimenticia

Todo bien con que en la ofi estén TODOS de dieta. Me encanta. Denota amor propio y voluntad de superación.
No me molesta que en la mesa del comedor solo se vean tuppers llenos de lechuga y latitas de atún.
No me molesta que la gente cuente sus calorías frente a mí.
No me molesta que mis compañeras caminen chuecas por culpa del gym.
No me molesta que durante los after office algunos se mantengan sobrios a base de sprite zero con hielo y limón, mientras los que no quedamos tachados como los ebrios del clan.
Ahora, lo único que yo no tolero, y por el amor de dios solicito encarecidamente dejen de hacer de inmediato, es que canalicen su represión auditando compulsivamente cada bocado de la deliciosa pizza con coca que estoy disfrutando feliz, como si fuera que haciéndome sentir mal van a bajar el doble de kilos.
Atte.

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