Pedir una Caesar.
Agregarle pollo crispy.
Pedir coca (no zero) a lo grande.
Pedir dos sobrecitos extras de mayonesa.
Llegar al comedor y que todos te digan: "qué bieeeeen, empezaste la dieta, fuerza!"
Y vos te sentís la persona con mayor fuerza de voluntad y autodeterminación del mundo, olvidando por supuesto el "pequeño detalle" de que todo lo que comiste quizá te engorde más que un plato de tallarín con queso.
1 comentario:
Dugh... lo malo es eso, si sales y estás en plan de dieta... jode la vida que pidas algo light y todo mundo: ay no fregués! eso te vas a comer!!?!? hoy vamos a COMERRR
Y uno queda como ¬¬
La verdad, es de tener sumo cuidado en todos lados lo light no resulta ser taaan light, en restaurantes creen que por poner "ensalada" ya es la mega dieta que ofrecen y es ensaladad, croutones, mayonesa, queso, pollo frito.. o sea...
Te sigo
Publicar un comentario